Hace tiempo que quería escribir sobre la evolución de la discapacidad a lo largo de la historia, pero cada vez que lo intentaba, sentía una mezcla de dolor y vergüenza ajena, que se puede resumir perfectamente en la frase: “Parad este mundo, que me bajo”.
Habrá que tener en cuenta el contexto, los conocimientos de la época, los prejuicios, la ignorancia… mi impresión sigue siendo la misma. ¡Lamentable! Se nota muchísimo que ha faltado talento a lo largo de la historia y, en consecuencia, hemos avanzado muy lentamente. Demasiada fuerza bruta y demasiado poco cerebro.
El problema, como la mayoría de los problemas, comienza a
mejorar cuando afecta a muchos. Mientras afectó a una minoría, se lo podían
permitir sin tener conciencia de estar haciendo el ridículo; pero en el momento
en que afecta a muchos, había que buscar soluciones serias, adecuadas y, sobre
todo, civilizadas.
El punto de inflexión se produce después de las guerras
mundiales. Evidentemente ante la ingente cantidad de heridos, amputados, etc.,
hubiera estado feo sacrificar a tantas personas que lucharon por su patria, o
decirles que habían pasado de ser considerados héroes, a ser considerados un
castigo divino: “Algún pecado habrán cometido tus padres cuando te han herido
en batalla” No te ha matado el enemigo, pero te vamos a matar nosotros. De
verdad que intento tratar el tema con humor. Porque, aún así, el progreso ha
sido muy lento, muy deprimente y exasperante.
Pero, es historia, el lector especialmente interesado podrá
encontrar información fácilmente, por mi parte, ofrezco un vídeo que, de una
forma más amable, explica la falta de los valores humanos más
básicos.
Si tienes un hijo con discapacidad, debes tener claro que no es un castigo divino, su principal objetivo debe ser: alcanzar el mayor grado de autonomía posible, para ello, trátale con la máxima normalidad posible, desterrando cualquier trato de favor pues, ni lo necesita, ni lo va a encontrar en su día a día. Es más, deberá demostrar cosas que a las personas “normales” se les supone, sin más.
Necesitará alguna adaptación, alguna ayuda ¿Y quién no? Si en
este momento les quito las gafas a mis compañeros, no podrán hacer su trabajo
con facilidad, tendrán que buscar la mejor forma de hacerlo.
Necesitará hacer su vida de la forma más adecuada a sus
necesidades, pero eso, lejos de ser algo digno de lástima, es diversidad y
riqueza, de hecho, la población “normal” a adoptado con gran éxito muchos de
los avances que fueron creados como solución a necesidades de personas
especiales.
Porque eso es lo que somos, personas especiales con
necesidades especiales, que debemos adaptarnos a un mundo que no está pensado
para nosotros, por lo tanto, no te atribuyas toda la culpa si te cuesta o no
puedes hacer algo, desgraciadamente, aún estamos lejos de la Accesibilidad
Universal.
Te sentirás solo e incomprendido, eres especial y solo te
comprenderán personas especiales, esto, lejos de ser algo malo, es algo genial,
pues solo las personas que tengan una sensibilidad especial, se interesarán por
ti.
Lo tendrás más difícil en el trabajo, en el amor, porque
somos esencia en un mundo de apariencias. Tendremos que ser auténticos, luchar,
buscar nuestros límites y reclamar nuestro lugar en la sociedad.
Ese es el camino, no temas, busca tus límites, debes ser la mejor versión de ti mismo que puedas ser, y... muy importante: ¡Sonríe!
¡Qué razón tiene un ángel, como es Paco! No lo digo sólo como amiga y fan, sino como mujer. Es una belleza de hombre, su corazón NO le cabe en el pecho. Yo nunca he buscado trato de favor, sino comprensión; respeto; cariño... Es como si ser inmigrante es 'normal' y autóctono con discapacidad no. Y lo que hay que hacer es tener ganas de aprender -como tenemos tú y yo-; no trepar, que es lo que está de moda -como los vagos, cazafortunas y la telebasura-.
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