jueves, 20 de mayo de 2021

RELATO DE UN AMOR FALLIDO (Manu)

 

Relato de un amor fallido (Manu)




Desde que era pequeño, me enseñaron a disfrutar de lo bonita que es la vida, y realmente lo es y también me adoctrinaron y enseñaron lo duro que puede ser este camino, tan largo y en ocasiones tan oscuro. Desde pequeño hasta que maduré, una película de ciencia ficción, una increíble aventura sin precedentes, era muy divertida y todo lo que me rodeaba estaba lleno de color y lleno de esperanza, sin embargo, pasados los años me fui dando cuenta de que todo se iba decolorando, que no era verdad, que vivía en un dulce sueño y donde existía y lo que veía no era lo que realmente era.

Y todo eso cambio hace no mucho, cuando yo tenía mis catorce años, poco a poco me fui dando cuenta de lo lúgubre y sombrío que era todo lo que me rodeaba, estaba solo, lleno de miedo, voces que atormentaban, lleno de odio por dentro y dejé de ver el bello cielo azul por una tonalidad triste de un gris, vi a lo que todos se referían.

“El mundo se va a pique” o “el mundo se va a acabar tarde o temprano”, ese tipo de frases destruyeron lo poco que quedaba de ese joven chico que solo quería jugar y divertirse, y todo este tipo de opiniones venidas por los noticiarios, los periódicos e incluso las charlas entre compañeros, todo lleno de negatividad y de malas caras. Eso me llenaba el pecho de dudas como, por ejemplo: ¿Podré cambiar algo? ¿Seré capaz de hacer algo para ver a la gente feliz? La respuesta la supe en el mismo momento en el que empezaría a ser realmente feliz y dejar mis dudas atrás, fue un no rotundo.

Todo cambio cuando con mis dieciocho años me di cuenta de que en esta vida estamos por un motivo; por un porqué y todos los que estamos aquí debemos de agradecer a la vida por dejarnos estar pues, vivos, ya que sin ella no podría jamás haber visitado la belleza mediterránea de Italia; las iluminadas y enormes calles de Manhattan y muchos más viajes que sé que me quedan por vivir.

 Al fin y al cabo, me di cuenta yo mismo de que la vida no es un tono de grises o es lleno de color dependiendo de donde nazcas, situación económica, no, en absoluto. Lo que realmente me hace ver a la vida con otros ojos y por lo cual estoy bastante agradecido es por mí ya que sin mí mismo no hubiera sido feliz. Y sé que en ocasiones hay días más o menos grises y sé que en esta vida no es felicidad y alegría, la vida no es como los medios de comunicación te quieran trasmitir, la vida es para vivir dentro de ella, tú solo tienes la oportunidad de ver las cosas que te regala la vida y de disfrutarlas: “La vida no es una escala de grises, la vida es llena de color sin importar como la mires”.

Quizás mi vida nunca ha sido la más divertida, siempre me han gustado determinadas aficiones que a los demás no, me he fascinado por cosas que a otros les parecían aburridas… Pero yo estaba contento con todo. Sentía que no me faltaba nada, que podía comerme el mundo…

Sin embargo, llegó cierto momento de mi vida en el cual tuve que darme cuenta de que, a pesar de todo eso, estoy sujeto a mis emociones más profundas… Jamás me lo iba a imaginar antes, pero… me enamoré de alguien.

Tenía 17 años, y estaba en una época en la que se me exigía mucha madurez mental, pero mis sentimientos fueron más fuertes. Tuve, de alguna forma, que aprender a entenderme un poco más, en algo que nunca antes había pensado que pasaría; ya de por sí es complicado saber por qué a veces no encajo con quienes me rodean, o por qué me saturo antes que ellos cuando algo no va bien…

Al inicio, me ilusioné mucho, porque eran sensaciones nuevas que nunca había experimentado, y la persona de la que me enamoré demostraba ser muy similar a mí en cuanto a la forma de ver y analizar nuestra vida y nuestro entorno. Mis amigos de entonces a veces sufrían, porque dedicaba mucho tiempo a pensar en esa persona, y en ocasiones no lo pasábamos bien porque nos enfadábamos… Por culpa de esto me surgieron muchas inseguridades…

Esa persona que tan bonita me parecía, me gustaba en todo, pero yo sufría mucho con mis inseguridades, a veces me las causaba yo mismo o en otras ocasiones me ponía a pensar mucho las cosas que mis amigos me decían respecto a cómo vivía mis emociones. Yo quería salir con ella, pero también quería estar seguro de mí mismo, de que era capaz de salir con alguien… A pesar de nuestras inseguridades, suyas y mías, casi intentamos en varias ocasiones una relación, guiados por un sentimiento que parecía mutuo, pero al final siempre salía mal… ¿Qué nos pasaba? ¿Por qué no podía ser? ¿Qué nos hacía sentir inseguros?

Todo al final acabó mal... Conforme iban pasando los meses, empezamos a dejar de comprendernos mutuamente como amigos "especiales" que nos considerábamos, a pelearnos por tonterías, etc. Un gran cúmulo de estas cosas malas causó que tuviéramos que dejar de intentarlo, y dejar de vernos… Seguir acumulando rencores y enfados que no nos aportaban nada, iba a ser malo para ambos.

He pasado por una mala racha tras esto, y la ansiedad, aunque sea parte mi forma de ser, es más alta… Muchos a mi alrededor no comprendían por qué estaba mal, si no habíamos llegado a forjar una relación estable… Por desgracia, no pueden acceder a todo lo que procesa mi cerebro. Planteo muchas veces análisis mentales sobre cómo podían haberse sido las cosas si "yo hubiera hecho x cosa y ella otra x cosa", por ejemplo. Sufro mucho al pensar en las cosas que compartí con esta persona, cosas que hice por primera vez en mi vida y con sus ojos mirándome, ya que son recuerdos que tengo muy cargados de simbolismo, de "significado especial" para mí. Pero… por otro lado, pienso que es mejor que todo haya acabado…

No obstante, aprendí mucho de ella y del tiempo que compartimos. Entendí que a veces las personas podemos llegar a hacer locuras con tal de compartir experiencias bonitas con las personas que nos gustan. También aprendí a quererme un poco más a mí mismo, y que a las personas les será más fácil manifestar lo que sienten por nosotros si nos cuidamos y nos tratamos bien, y nos tomamos las cosas con tranquilidad. Muchas personas creen que quienes estamos en el espectro autista no somos capaces de tener pareja, o desarrollar una intimidad con ella, etc. Es algo que no es verdad, aunque sí que es cierto que es una tarea complicada, pero algo muy bonito si se consigue…

Además, me queda claro un concepto que suelo usar mucho, el de "amor puro", es decir, querer a una persona en lo bueno y en lo malo, asumiendo que somos imperfectos y no siempre vamos a congeniar en todo, pero estando uno al lado del otro, acompañándose, con sinceridad y complicidad. Es el tipo de amor que me gustaría llegar a dar a alguien en el futuro.

¿Y si enamorarnos o querernos profundamente fuera más fácil? ¿Y si todas las inseguridades se pudieran romper automáticamente con un abrazo o un beso?

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